
Junto a mí, el dios-perro, y su lengua atravesando como una flecha la costra del doble cráneo abovedado de la tierra que lo escuece. He aquí el triángulo de agua caminando con su paso de chinche, pero que bajo la chinche ardiente se da vuelta como un cuchillo. Bajo los senos de la tierra odiosa la perra-dios se ha retirado, senos de tierra y de agua helada que hacen pudrir su lengua hueca. He aquí la virgen-del-martillo, para moler los sótanos de tierra cuyo horrible nivel el cráneo del perro estelar siente subir.
Antonin Artaud
1 comentarios:
te lo tenías guardado piyín piyín, te felicito viejo, excelente selección. ¿en que quedó lo de los masones?. te aviso que ya te ingresé en mi blogroll de loquemesobraeslaactitud.blogspot.com
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